Agradezco enormemente a Matias Petrucelli las acreditaciones y la posibilidad de poder cubrir la vuelta de Bullet For My Valentine a nuestro país
Llegamos a la segunda mitad del año; eso quiere decir que de a poco, todas las bandas que estamos interesados en ver se acercan, y nos dan ansias y antojo de un buen sonido, un espectáculo admirable y lo más importante...pasarla excelente escuchando a estas bandas. Pueden gustarte o no pero si no crees que el recital que marcaba el regreso de Bullet For My Valentine a nuestro país, esta vez acompañados de Motionless In White, no representaba uno de los más esperados por el público que supo ser Heavy hace años y que hoy se inclina más por la movida Metalcore moderna.
Vamos de a poco...
Los primeros en presentarse, y que se habían anunciado con el tiempo en contra, fueron los muchachos de Sangre De Acero. Me da mucha lástima decirlo porque sé que ellos deben haber intentado lo mejor pero el resultado fue paupérrimo. Con un mal sonido a sus espaldas ya desde el arranque, los chicos desplegaron su lista de canciones que recordaban mucho a la estética y mística de bandas como Rata Blanca, también presente en la voz de Laureano Anselmo, vocalista principal.
Junto a demasiados efectos de sonido, estructuras que estaban hechas para que cada integrante trate de hacer lo suyo, y finales de las mismas que no cuadraban con lo que se venía escuchando hasta ese momento fue imposible esperar con ganas su siguiente canción ya que no era lo que esperábamos
Luego de ellos llegó el turno de los chicos de Cashate, que al momento de entrar y empezar a entonar sus canciones recordaron y nos hicieron ver que eran la imagen nacional viviente de Korn. Su guitarrista (Evelyn Correa) se lucía por momentos y por primera vez en la noche te hacía mover la cabeza y el pie al ritmo de sus riffs. Cosa contraria a Fer Vox, su vocalista, que por más que se lució también dio la sensación de que se quedó sin voz al segundo tema e hizo lo que pudo con recursos vocales que no tenía a mano. En definitiva dejaron una buena sensación a pesar de demostrar cierta similitud entre sus temas, llegando a la saturación temprana
Ya entrada la noche, era el momento de ver por segunda vez en nuestro país a los norteamericanos de Motionless In White, desplegando canciones de su último disco Reincarnate (2014). La verdad que la banda no es de mi agrado, pero tenía muchas ganas de ver si sonaban tan bien como decían en vivo y todos tenían razón. Por momentos Chris Cerulli y compañía detonaron Groove con temas como "America", "Abigail" o "Immaculate Misconception" junto a la pandilla de músicos que desplegaban su arsenal. Vinny Mauro, su actual baterista, fue quien realmente supo ser el centro de atención dejando la vida en el instrumento en cada canción, siendo de los pocos a los que todos mirábamos todo el tiempo. No pasó lo mismo con quien debería haber desplegado su rango vocal como Cerulli ya que la guitarra de Ryan Sitkowski lo tapaba hasta no dejarlo escuchar prácticamente, pero en los momentos en los que se lo escuchó se disfrutó plenamente.
En total tocaron 12 temas, muchos con una misma estructura compositiva emulando a bandas Emo del 2008 y muchas otran que impulsaban la energía en el público. Dejaron un buen sabor de boca preparándonos para lo que se venía
Había llegado el momento del plato fuerte de la noche: Bullet For My Valentine llegaba a nuestro país luego de 4 años de su primera presentación en el Teatro Flores, para desplegar unas pocas canciones de Venom, el que será su 5to disco de estudio, a salir el 14 de Agosto. Lo más esperado por el público me atrevo a decir que eran temas de sus dos primeros discos (The Poison y Scream, Aim, Fire) por lo que, por más que los adelantos estuvieran muy buenos, la nostalgia ganaba más que las ganas de una novedad. Así es como esos temas fueron desfilando, mezclándose con los anticipos de You Want A Battle? (Here's A War), No Way Out y la filmación de un videoclip de Army Of Noise.
Matt Tuck tiene cierta similitud a James Hetfield. ¿Por qué? Porque canta y toca la guitarra cada vez mejor y eso es innegable, al igual que Michael Thomas, baterista que desplegaba todo su arsenal de movimientos.
El sonido por momentos saturaba demasiado y no dejaba escuchar mucho las letras de los temas, por lo que muchos se perdían pero sin perder la energía que generaban las luces y el telón de fondo anticipando la nueva placa.
Otro de los desafíos era ver si Jamie Mathias, el nuevo bajista que reemplazaba a Jason James después de tantos años, estaba a la altura del mismo para que lo alentáramos en vivo, y por suerte lo fue, acompañando correctamente.
Los puntos flojos de la noche fueron principalmente el sonido completamente saturado por momentos, la poca interacción de la banda por momentos que se limitaron a agradecer, presentar temas y recordar su última vez en el continente, a su vez la poca cantidad de temas (14 en total, siendo que tienen 5 discos lo mínimo deberían haber sido 17) y la innecesaria improvisación de la guitarra por momentos de Michael Paget, que participaba para rellenar huecos entre tema y tema para que no nos aburriéramos.
En resumen, Bullet For My Valentine demostró que no están para nada viejos, y que a pesar de que se hayan dejado estar con el paupérrimo Temper Temper, tienen la vitalidad, ganas de rockear y gritar como antes. Groove por momentos quedó chico, por lo que el futuro les depara...quizás...un lugar más grande....lo que significa....más y más espectadores para disfrutar de su música
"los chicos desplegaron su lista de canciones que recordaban mucho a la estética y mística de bandas como Rata Blanca" por dios este tipo se la da de critico y ni siquiera sabe diferenciar estilos musicales! que mal andamos he
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