lunes, 5 de diciembre de 2016

"Milo Goes To Argentina": DESCENDENTS en TEATRO FLORES


Argentina es el país más punk y ramonero, es un hecho. Sea donde sea, la gran masa acompaña a las bandas para sumergirse en un pogo en señal de hermandad y descontrol. Este año no pudo haber sido mejor en materia de shows internacionales: The Offspring, Dead Kennedys, Anti-Flag, Cj Ramone, Richie Ramone, Marky Ramone, The Mighty Mighty Bosstones, Scott Reynolds, H20, y Agnostic Front. Pero faltaba algo, una vieja espina clavada en los corazones de cientos de  fans que ansiaban verlos hace fácil 20 años: Descendents en nuestro país.

Descendents debe ser una de las agrupaciones más infravaloradas de la historia, con el aporte que le hicieron a la escena punk, y practicamente habiendo inventado el Pop Punk, no tienen el reconocimiento que merecen. Y como dice Dave Grohl, si hubiesen grabado 'Milo goes to college' en los 90's, estarían viviendo en mansiones.

La banda originaria de la costa oeste de Estados Unidos tiene una gran base de fanáticos en esta región, por eso, era menester que se dieran una vuelta por acá para presentar su nuevo disco en 12 años llamado 'Hypercaffium Spazzinate', y porqué no, tocar los clásicos de su extensa discografía.
Finalmente, el domingo 4 de Diciembre llegó, en una calurosa noche, los punks más nerds se presentaban en un agotado Teatro Flores.

Enterate de lo que pasó:


La noche comenzó más que correcta cuando los Berri Txarrak se apoderaron del escenario del Teatro Flores. Esta banda se caracteriza por tocar varios estilos, como punk, rock alternativo, y hasta algo de metal, pero con letras en Euskera, cosa que llama poderosamente la atención, ya que estamos muy acostumbrados a escuchar música en inglés o en castellano. Aún así, el idioma no es una barrera cuando de música se trata, la gente se entregó desde el primer momento a los riffs. Hasta hubo casos de personas que fueron solo para verlos a ellos. Los originarios de Navarro siguen festejando sus 20 años con todo, esperemos que cumplan muchos más.

Después de un ligero retraso en el último chequeo al sonido, el telón se abre y lentamente, como si estuvieran caminando por su casa, Milo Aukerman, Billy Stevenson, Karl Alvarez, y Stephen Egerton, entran y se posicionan cada uno en su instrumento, con una sonrisa de oreja a oreja. Descendents se caracteriza por el contacto que tiene con su público, y así empezó esta noche histórica del 4 de Diciembre, comentándonos lo felices que estaban por llegar por primera vez a Sudamérica, que no tendrían que haber tardado tanto, y automáticamente, contarnos que en su país lamentablemente eligieron a Donald Trump, por lo tanto, como si fuera una bomba, arremeten con 'Everything Sucks'.

Esto fue la primera señal de lo que vendría en la noche, canciones tras canciones, clásicos tras clásicos sin respiro, a tal punto que en 10 minutos ya habían tocado casi 10 temas. 'Hope', 'Rotting Out', 'Pervert', 'Shameless Halo', 'Silly Girl', 'I wanna be a bear' y 'Nothing With You', fueron los elegidos para abrir este magnífico recital que estaba llevándose a cabo. Obviamente, entre tantos temas medianamente largos, no podía faltar 'I like food', de 16 segundos de duración, proveniente del 'FAT' EP'.


Más temas seguían: 'Suburban Home', 'Coolidge', 'Coffee Mug', 'Bikeage', 'Sour Grapes', 'Myage', 'I dont want to grow up', y 'I'm the one' iban completando la colección a medida que pasaba el tiempo. Ya con con varios temas encima, al sonido le costaba acomodarse, saturando por momentos. Pero dentro de todo aún así, todo sucedió con total normalidad.

Milo Aukerman parece no haber envejecido nunca, se mueve por el escenario, agita, y canta viejos temas como si fuera la primera vez, como por ejemplo 'Talking', 'When i get old', 'Thank you', y 'Descendents'. Llama la atención la mochila escondida en su espalda, conectada por un tubito, donde toma (queremos creer que agua) entre tema y tema. Esta banda pasa por uno de sus mejores momentos desde su creación, con un gran disco nuevo a cuestas. Billy, siendo el lider indiscutido, pero con perfil bajo, comanda y dirige como si fuese una orquesta, y en su cara se trasluce la felicidad, y el amor que le pone a lo que hace. Stephen siempre correcto, agitando y aportando las melodías necesarias, y Karl, un bajista increiblemente creativo y que sin alardear mucho, es la columna vertebral de Descendents.

Ya se notaba el gusto a despedida, por eso, luego de un mini descanso, llega el primer encore de la noche: 'Feel this', 'Victim of me', 'On paper' y 'Catalina'. Para luego, otro mini descanso y cerrar con un moño la noche con 'Smile'. Sin muchas despedidas, un gracias y un hasta luego.


Al ver el reloj, uno puede pensar que si una banda toca 1 hora y 10 minutos, es una especie de estafa, pero no es el caso. En ese corto tiempo Descendents metió 30 temas, sin darte lugar a respirar, recorriendo y tocando por lo menos un tema de cada disco publicado.

No queda más que agradecer por tener la posibilidad de haber visto a una leyenda del punk en nuestro país, y seguir tachando bandas a ver. Gracias Descendents, nos vemos pronto. Go milo!

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