Apenas un año atrás, en el mismo lugar, se celebraba uno de los mejores shows del año. Stoned Jesus se presentaba por primera vez en nuestro país ofreciendo un concierto inmejorable en todos los sentidos. Qué contentos nos pusimos al enterarnos que volverían un año más tarde y en el mismo lugar para conmemorar el quinto aniversario de ese disco que los catapultó a formar parte de los libros de historia del metal moderno. Estamos hablando de 'Seven Thunder Roar', su material discográfico más laureado hasta la fecha.
El roxy fue una fiesta a puro stoner rock. ¿Querés saber más? Enterate en la crónica que te trae Disco Rígido:
Primero que nada, las bandas nacionales pusieron a punto la noche. Luego de una más que correcta presentación de Ambassador, donde tocaron su música para la gente que iba entrando tímidamente al Roxy, llegó el turno de Mambonegro, un power trío de rock con tintes bien metaleros. Tocaron temas tanto viejos como nuevos, y se dieron el gusto de versionar 'Mejor no hablar (de ciertas cosas)' de Sumo.
También pasó Soldati, una increíble banda del Stoner más puro y riffero. Con temas largos, pesados y con grandes reminiscencias a Sabbath, hicieron mover la cabeza al son del tempo a un Roxy Live que ya estaba lleno.
Luego del show del año pasado la vara quedó muy alta. Eran casi las 10 de la noche y estábamos a minutos de descubrir si esta vez podían siquiera superar ese gran debut en nuestro país.
Sin preámbulos, la celebración de los 5 años de Seven Thunder Roar comenzaba sorprendemente con 'Stormy Monday', algo llamativo, ya que es el último tema del disco. Esto nos dio la pauta de que la presentación de este material no iba a ser lineal, sino que iría de menor a mayor, de los temas más tranquilos a lo más riffero, de lo más atmosférico a lo más pesado. Fórmula recurrente en ellos.
Del último tema pasamos al primero: 'Bright like the morning' nos pegaba de lleno con su comienzo lento para pasar de improvisto a la furia. De ahí en más todo fue pura energía, uno de los momentos altos de la noche venía de la mano de la genial 'Electric Mistress' e Igor Sydorenko invitándonos a cantar juntos acapella el estribillo de la canción. Seguía 'Indian', haciéndonos saltar a todos y agitar a todos, para darle paso a la frutilla del postre: 'I'm the mountain' y sus 16 minutos donde esta sola canción pasa por todos los estados, desde lo más Stoner hasta lo más ganchero.
Ahí se daba por culminado 'Seven thunder roar', 48 minutos donde todas las sensaciones pasaron por nuestro cuerpo. Sólo 5 temas habían pasado, pero la sensación era que habían transcurrido 2 horas. Obviamente, esto no era todo, faltaban ciertas gemas. Unos minutitos de descanso y de vuelta al ruedo con los siempre esperados encore: La clásica 'Black woods' y sus 11 minutos que nos hacen recordar al primer Black Sabbath para después arremeter con el quilombo puro, el pogo se desataba con 'Here come the robots', infaltable para cerrar un concierto.
Y así se terminaba otro ritual, donde la banda dio cátedra de cómo debe ser tocar en vivo, una mezcla de mostrar tu música lo mejor que puedas y tener contacto con el público. Stoned Jesus es una de las pocas bandas que pueden tocar 7 canciones y que nadie reclame nada. Para aplaudir. Sí o sí hay que verlos en vivo, suenen como tiene que sonar: guitarras al frente, un bajo que te pega en el pecho y una batería que acompaña, pero sin perder la potencia. El que tenga la oportunidad de verlos tocar, que lo haga.
La humildad los hace grandes, se los vio a la salida charlando y sacándose fotos con todos los fanáticos que se acercaban.
Y por ahí corrió el rumor que el año que viene estarían sacando un nuevo disco, ¿Será verdad?
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